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Ambrosio Flores (UNED): Cocaina

2009-04-30 11 Dailymotion

El empleo de varios modelos animales comportamentales de drogadicción (auto-administración intravenosa de drogas, condicionamiento de la preferencia de lugar, discriminación de drogas y sensibilización locomotora, entre otros), en combinación con diversas metodologías neurobiológicas (administración intracerebral de sustancias, microdiálisis, fijación y autorradiografía de receptores, hibridación in situ y electrofisiología, entre otros), así como la aplicación de procedimientos de neuroimagen (tomografía por emisión de fotón único [SPECT], tomografía por emisión de positrones [PET] y resonancia magnética nuclear [RMN] funcional, principalmente) a seres humanos drogodependientes nos está permitiendo llegar a un conocimiento más profundo de los factores biológicos y psicosociales que pueden participar en la adquisición y el mantenimiento de la cocainomanía. Resultados. Las numerosas investigaciones realizadas hasta la fecha, tanto en seres humanos como en animales, van delineando poco a poco los procesos neurales básicos por los que la cocaína puede generar dependencia. Entre ellos destacan las alteraciones que esta droga produce sobre la neurotransmisión química de varios sistemas y principalmente del dopaminérgico, serotoninérgico y noradrenérgico. También se ha llegado a conocer que hay una serie de regiones cerebrales donde los efectos de esta droga parecen ser más prominentes y que esas áreas cerebrales suelen estar interconectadas bien anatómica o funcionalmente, constituyendo un sistema neural que media en las acciones reforzantes positivas de los reforzadores naturales y de las drogas de abuso. Dicho sistema es también regulado por estímulos psicosociales que condicionan su respuesta esté presente o no la droga en el organismo.