España rechaza elevar su gasto en defensa hasta un 5% del PIB, un objetivo que la OTAN tiene previsto fijar para sus aliados en la cumbre de la semana que viene en Países Bajos, y que Pedro Sánchez considera "contraproducente", según recoge la carta que ha enviado al secretario general, Mark Rutte. Sánchez argumenta que ese gasto es incompatible con el estado de bienestar.