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Alfonso Rojo: “El show de la Flotilla termina en naufragio, con Sánchez unido a Trump y Netanyahu”

2025-10-02 543 Dailymotion

El show de la Flotilla —una de las charlotadas más esperpénticas de los últimos tiempos— finaliza en naufragio propagandístico.

Tras un mes de juerga y selfies por el Mediterráneo, Greta Thunberg, Ada Colau y compañeros se han rendido a la marina israelí. Ahora solo resta dilucidar si el viaje de vuelta en avión lo pagaremos también nosotros y si RTVE designa o no a ‘Barbie Gaza’ como presentadora de las Campanadas de Nochevieja.

Como tertuliana con Cintora y Ruiz, a la vera de Santolalla, tiene el puesto asegurado.

Del ridículo affaire emerge Sánchez desplumado. El marido de Begoña, que hace unos días andaba muy farruco etiquetando a Israel de ‘estado genocida’ y que despachó belicoso una patrullera a la zona para proteger los barcos progresistas, no solo se ha envainado, sino que se ha sumado entusiasta al plan de paz pactado por Trump con Netanyahu.

Lo ocurrido en las últimas horas pone al descubierto la frivolidad del activismo perroflauta y el cinismo de Sánchez. Ni los primeros tenían intención alguna de llevar ayuda a los desventurados palestinos, ni el segundo se ha creído nunca lo que predicaba.

Hasta los más tontos del PSOE —y ahí destaco a los dos López, Patxi y Óscar— sabían que todo era una cortina de humo para intentar tapar la corrupción.

Si hay elecciones en la primera mitad de 2026, como vaticinamos algunos en Periodista Digital, el promotor del boicot violento a la Vuelta Ciclista tendrá que buscarse otra tapadera.

Y ahora vamos al fondo del asunto.

El 29 de septiembre, Trump se reunió con Netanyahu y presentó un plan de 20 puntos para la ‘paz eterna’ en Gaza. Suena muy ampuloso, pero desestimarlo —como instrumento para poner fin a la pesadilla— sería un error.

Quedan muchos detalles en el aire, aunque los principios están claros. Lo más importante: ese plan cuenta con el respaldo de EE. UU., de Israel y de un montón de países, incluidos ocho musulmanes, entre los que figuran Turquía y los millonarios emiratos árabes, que durante décadas han dado cobijo y financiación a los terroristas.

Para estos últimos, la cosa se presenta cruda, por lo que no hay que descartar que se nieguen, lo que dejaría manos libres a Israel para borrarlos de la faz de la Tierra. Caso de que acepten, tienen que liberar de inmediato a los pocos rehenes que siguen vivos, desarmarse y optar entre una humillante amnistía o el exilio.

Una comisión de técnicos, presidida por el británico Tony Blair, administraría la Franja de Gaza, de la que se retirará el Ejército israelí por etapas, dejando la seguridad de la zona en manos de una fuerza internacional y de una nueva policía palestina.

Si cuaja el Plan Trump, el triunfo para Israel, que hace justo 20 años desalojó totalmente Gaza confiando en que eso le garantizaría la paz, sería clamoroso.

Lo que no entiendo es la razón por la que Sánchez, a quien le funcionaba entre su sectaria parroquia lo de ir de enemigo acérrimo de Trump y feroz antisemita, ha decidido apoyarlo.

A lo mejor es que es más to