Una enfermedad, un accidente o una situación emocional se pueden convertir en barreras invisibles que pueden alterar radicalmente algo tan básico como es el uso de un aseo público. Este ha sido el objeto de debate de la mesa redonda “Higiene Inclusiva: Eliminando Barreras Invisibles” que ha reunido a asociaciones de pacientes, representantes del ámbito sanitario, psicológico, social y del diseño de aseos públicos
Afecciones como la incontinencia, la artritis reumatoide, las enfermedades inflamatorias, la dermatitis atópica o el trastorno obsesivo-compulsivo generan barreras invisibles que, en muchos casos, limitan la participación plena en la vida social.
Según el estudio Tork Insight 2025 el 95% de las condiciones que dificultan el uso del baño no son visibles. Más allá de lo físico, la experiencia del baño también deja huella emocional.
Esto exige una nueva mirada sobre cómo están diseñados y gestionados estos espacios.
El objetivo de este evento es conformar un documento de consenso para elevar a las autoridades e instituciones pertinentes poniendo el foco en aspectos clave como la inclusión, el comportamiento o la carga emocional que puede conllevar el uso del baño en espacios compartidos.