La pequeña Nahiara ya está conectada a un corazón artificial. “Teníamos miedo de incluso perderla en la inducción pero se hizo un trabajo realmente maravilloso”. “Cuando ocurre una muerte encefálica el acto mas noble e importante es poder permitir que ese ser que ha partido pueda dejar parte de lo propio en otros pacientes que necesitan mejorar su calidad de vida”, Dr. Felipe González, INERAM